jueves, 20 de octubre de 2011
Introduccion
Por Víctor Nuñez
Es de suponer que aquellos pocos habitantes, no habrán salido de su asombro ante un acontecimiento inédito e impensado como era la implantación del nuevo sistema de transporte. Habrá sido para ellos, con su vida rutinaria y dueños de la única cultura que daba el trabajo mas elemental, lo mismo que para los hombres de esta generación, sorprendidos por hechos producidos ante la aparición de una tecnología revolucionaria, que cada día nos apabulla mas con nuevos descubrimientos. Estos acontecimientos que se transforman en hitos, sirven como en este caso, para que los recojan los historiadores.
Perteneciente a la segunda mitad de la década del ‘20, al empezar a percibir desde mi niñez las imágenes del pueblo, guardo grabado como todos los niños, hechos, fisonomías y acontecimientos que no podré olvidar jamás.
Producto de este bendito pueblo, que albergó a mis padres, abuelos, familiares, amigos y maestros de vida, es que lo llevaré enclavado en mis mas íntimos sentimientos, como lo habrán hecho y harán mis amigos de entonces y de toda la vida.
Madero me obliga permanentemente a redoblar esfuerzos para merecerlo y para honrarlo. Esto también lo habrán hecho y estarán haciendo mis amigos, como se hace con todo lo que se ama de verdad: Con la fuerza del alma.
Con el único mérito que me da el haber nacido en Madero, haber llevado una vida ordenada y estar hoy entrando en los 80 años; tengo la posibilidad de volcar aquí algunas de mis vivencias y que hago en atención al pedido que me formularon los autores y amigos entrañables de siempre, con la esperanza de que éstas puedan ser un aporte para el lector.
Comenzaré diciendo que será imposible olvidar el ingreso a mi primer grado inferior, en
Llevaré guardados en mis retinas y en mi memoria, el trazado del viejo camino de
Conocí el campo “Silvestre”. También a
Recuerdo las calles pobladas de carros y jardineras para ofrecer diariamente las mercaderías de todos los comercios, en los domicilios del vecindario. La venta de leche ordeñada de la misma vaca en la puerta del vecino, como también “el desfiladero” callejero de aves y animales domésticos que se ofrecían en la misma forma. Presencié las carreras “cuadreras”. Conocí al popular “Cuarteador”. Las chatas y el corralón. La “Sinchada entre Cadeneros”, etc.
Vi el desfile diario y permanente de los vecinos con destino al trabajo. Por eso, cabe un reconocimiento grandísimo para aquellas empresas que tanto aportaron al bienestar de la población: ”Jabón Federal”, “
Como si ello fuera poco y apelando a las bondades del poeta, podría también decir que he presenciado “La luna chapaleando sobre el barro y escuchado a lo lejos la voz del bandoneón”. He disfrutado del perfume de la alfalfa, el cantar nocturno de los grillos y aquellos memorables “picados en la canchita”, hasta que la noche daba su pitada final, cuando impedía ver la pelota.
La sala de
También es necesario señalar el agradecimiento que guardará Madero por la función especialísima que tuvieron las instituciones, en su desarrollo cultural, social y deportivo de los niños y de los jóvenes. Fueron también ámbito de recreación y esparcimiento para los mayores y para las familias. Madero Central fue mi club y mi segunda casa. He sido socio desde el mismo momento de mi nacimiento. La secretaría y la tesorería funcionaban en mi casa paterna, porque aún no disponía el mismo de construcción alguna. Mi padre, verdadero hacedor e ideólogo, llenó la ficha de ingreso y, según los testigos que estaban esperando mi nacimiento, contaban que dijo: “Hoy Madero Central tiene un nuevo socio”. A ese padre venerable le pido que perdone mi infidencia.
Mi casa ubicada hoy en Talcahuano 1362 (antiguamente Napostá 241) estaba a media cuadra del Club. Su imagen era algo así como un poema, cubierto de libustros en todo el perímetro de su manzana triangular. Su comienzo fue con Tenis en superficie de polvo de ladrillo para ambos sexos. Luego Basquet también para chicas y muchachos. La inauguración del Parque infantil con la presencia del Intendente Municipal y periodistas. El cine al aire libre con la concurrencia de 200 personas por función. Recuerdo emocionado mi despertar los días domingo a las 8 de la mañana, con la tradicional marcha del deporte y, las fechas patrias, a partir de las 7, con el disparo de bombas. Bailes, Carnavales, Corsos. La animación inconfundible del conjunto “Los Gaiteros El Miño”. Sin duda serán tiempos inolvidables.
Estas instituciones estaban alimentadas todas por el espíritu creador de sus fundadores y dirigentes, verdaderos maestros que por sus méritos, merecerían recibir sobradamente mis más cálidas distinciones. A pesar de haber conocido personalmente en su mayoría a los de todas las instituciones, prefiero evitar nombrarlos, porque con sólo olvidarme de uno, incurriría en un acto de injusticia imperdonable.
Vaya entonces mi reconocimiento y gratitud para
Mi casa paterna y la de mis amigos era una sola. Se alternaban y compartían. Siempre la cocina nos esperaba los sábados de madrugada para hacer la tradicional “mateada” y compartir el análisis de la verbena vivida. Jamás lo podré olvidar. Nuestras madres prodigaban cariño a todos por igual. Siempre disponían de una caricia y de una palabra de ternura que todavía hoy las estoy disfrutando. Se llegaba a casa a cualquier hora y la puerta estaba siempre sin llaves, porque aún, en las altas horas de la noche, la única preocupación que teníamos, era cuidarnos del “toreo” de algún perro que nos saliera al cruce.
Estas modestas semblanzas de mi Madero de ayer, que sirvió de marco al romance de mis padres y preámbulo de mi “acunamiento”; lo declaro íntimamente mío, como lo harán mis amigos de ayer y de siempre.
A todos los recuerdos que menciono y a otros que dejo escapar deliberadamente para no hacer mas extenso este comentario, les agradeceré todo lo mucho que me han dado. A los autores de esta obra magnífica que junto a la de Ismael Alvarez, configuran una realidad acabada de Madero, les hago llegar mi admiración y mi agradecimiento. Gracias a ellos, Madero tiene ya su propia identidad. Independientemente, tanto Biaggini como Tavorro, están preparados por su juventud, su talento y hombría de bien, para encabezar celosamente la marcha que lleve al porvenir mas venturoso de Madero.
Considero un gesto maravilloso y de verdadera justicia de su parte, la dedicación de esta obra a dos personas emblemáticas que, aún los mas exigentes, aceptarán complacidos como verdaderos símbolos, por sus antecedentes y consagración: Eugenia Rico e Ismael Alvarez. Ambos nacidos en 1920 y fallecidos coincidentemente a los 83 años. Fueron primero alumnos, con verdadera vocación. Luego protagonistas y mas tarde maestros; que no sólo enseñaron con la palabra sino que tuvieron la virtud fundamental de hacerlo con el ejemplo. Ella: Hermosa, talentosa y primera figura en la faz artística y cultural. Indispensable en todos los acontecimientos y representaciones. Se la conoció también como “
Madero podrá quedar tranquilo y satisfecho por la obra que lo representa tan pormenorizadamente. Yo, como tantos amigos queridos, a los que con toda humildad y cariño quisiera representar en estas modestas líneas, quisiera que esta obra nos hermane más que nunca y para siempre.
Madero: A modo de despedida me voy a permitir hacer uso de aquella nostálgica frase del poeta: “....DESDE EL RECUERDO TE VUELVO A VER....”
Presentacion: Ciudad Madero
Emplazamiento
Esta localidad, lindera a
Al Noreste
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Características de los asentamientos
Como toda localidad, está conformada por distintos barrios[2] con características históricas, edilicias y poblacionales propias. A excepción de los barrios de Villa Madero y Villa Celina, el resto de los que componen la localidad están conformados por conjuntos habitacionales construidos por programas de viviendas levantados por distintos organismos, y dirigidos, algunos de ellos, a un tipo de población previamente definida.
Por las características estructurales básicas que poseen, podemos agruparlos de la siguiente forma:
BARRIOS | ESTRUCTURA EDILICIA | POBLACION | ORGINES DE LA CONSTRUCCION |
| Casas individuales, edificaciones tradicionales. | Familias antiguas de origen extranjero | Particular |
| Complejo edilicio de torres. | Familias de clase media afincada en las ultimas décadas | Banco Hipotecario Nacional |
| Complejo edilicio en tiras, construcciones económicas. | Población de origen bajo, y medio bajo. | B H N |
| Viviendas individuales, construcciones muy económicas | Población de escasos recursos y marginales. | Pcia de Bs As AHN (PEVE) |
| Núcleo habitacional transitorio. Construcciones precarias. | Poblaciones marginales. | Pcia de Bs As PEVE |
| Complejo edilicio de torres. | Familias de clase media afincada en las ultimas décadas | Cooperativa General San Martín, BHN, IPV. |
Los barrios que la componen configuran conglomerados aislados entre si, y netamente diferenciados, no solo por sus características edilicias, sino también por la idiosincrasia de la población que la compone.
A diferencias de otras localidades del gran Buenos Aires, Villa Madero no cuenta con un lugar único central, en donde, alrededor de una plaza o centro comercial, se ubique ordenadamente distintos servicios comunitarios.
Población
Según el censo 2001, la población de Ciudad Madero asciende a 74.309 habitantes, lo que representa el 5,94 % de la población total del partido (
Jurisdicción | Censo 1960 | Censo 1970 | Censo 1991 | Censo 2001 |
Ciudad Madero | 41177 | 63476 | 67294 | 74309 |
Tapiales | 8598 | 11583 | 15024 | 15231 |
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Estructura edilicia
La conformación de la ciudad presenta un marcado desorden edilicio, en especial en el ámbito del antiguo centro urbano (Barrio de Villa Madero), y en parte, también en el barrio tradicional de Villa Celina.
El resto de la urbanización sigue los lineamientos de planes generales de urbanización de carácter eminentemente residencial, entendiendo por este termino la casi exclusividad de viviendas para el alojamiento de familias, y carencia de zonas industriales (la zona industrial que abarca desde la calle Agrelo hacia Av. Crovara, en la cual encontramos grandes industrias como
Red Vial
Los barrios se comunican por dos arterias que corren de sudeste a noroeste por ambos costados de la localidad:
En el interior de los barrios encontramos importantes arterias de comunicación:
- Av. Vélez Sarsfield, calle principal de Villa Madero.
- Av. Chilavert, calle principal de Villa Celina.
Transporte
La localidad cuenta con una línea de ferrocarril[4] y 20 líneas de colectivos privados: 103,36,21,28,56,86,91,92,97,143,185,630,180,298,63, de las cuales tres de ellas tienen allí emplazadas sus cabeceras.
El transporte automotor cruza y rodea la localidad por las vías de flujo vehicular entre las que se destacan
Servicios Comunitarios
(Ver capitulo 13)
Servicios Educacionales
Oficiales:
Escuela Nro. 9 “Estados Unidos Mexicanos”, Escuela Nro. 13 “Domingo Faustino Sarmiento”, Escuela Nro. 49 “Ricardo Gutiérrez”, Escuela de Educación Media Nro 38 “Colegio Nacional Villa Madero”, Escuela Nro. 36, Escuela de Enseñanza Técnica Nro. 10
Jardín de infantes 911 (funciona en el edificio de la escuela 13), y el Anexo de la escuela Almirante Brown.
Privados:
Instituto Nuestra Señora de Lourdes, Colegio San José Obrero, Colegio San Carlos Borromeo, Instituto Juan Manuel de Rosas, Instituto Hermanos Amezolas, Instituto Madre de Dios, Escuela Juan Pablo II, Instituto Madero y
Servicios Religiosos
Parroquia San José Obrero (Católica), Parroquia San Carlos Borromeo (Católica), Iglesia Santa Teresita del niño Jesús (Católica), Iglesia de
Pautado del presente estudio
Es necesario aclarar que el presente estudio se abocará al análisis del barrio de Villa Madero, limitado entre las calles Autopista Richieri, Av. Boulogne Sur Mer, Av. Gral. Paz y Av. Crovara, incluyendo al barrio de Villa Scasso, que si bien legalmente pertenece a la localidad de Tablada, históricamente se identifica con Villa Madero (ver capitulo Limites y problemas limítrofes).
Analizando estas tres fotografías tomadas en la misma calle, y a la misma altura (Thorne al 1100, frente a la casa de la familia Garres) podemos observar el cambio que sufrió nuestro barrio desde principio de siglo XX, pasando por la década de 1930 y terminando en una foto tomada en el año 2000.
[1] Ordenanza Nro. 1752, Decreto 140 del Consejo Deliberante año 1955.
[2] Barrio: Porción de localidad simple que tiene un nombre propio, sea este oficial u oficioso, usado con o sin algún término antepuesto como barrio, villa, estación, pueblo, etc. (Vapñarsky Cesar,
[3] Fuente: INDEC
[4] Ver capitulo 7
Aspectos Geograficos
El actual partido de
Originariamente, predominaban en la vegetación los grandes pajonales de pastos duros, pero una de las principales características de la región era la falta de árboles y arbustos naturales, por lo que sólo se encontraba a la distancia algún ombú o los escasos bosquecillos de algarrobos, espinillos o talas (Muchos de los árboles que caracterizaron esta zona fueron introducidos por Don Martín José de Altolaguirre, finalizando el siglo XIX).
En cuanto a la fauna encontrábamos zorros, liebres y perdices entre otras especies.
La zona que hoy ocupa Ciudad Madero era una vasta llanura casi ininterrumpida, y con suaves ondulaciones (hoy, quien recorre
Estas tierras contaban con aguadas de cursos perezoso, que avanzaban describiendo numerosas curvas (así era también el río Matanza hasta su posterior rectificación), y con el río Matanza (o Riachuelo en
[1] “Generalidades del Partido de
[2] Las vías del ferrocarril se encuentran a
Limites y cuestiones limitrofes
Los límites legales de Ciudad Madero se encuentran reglamentados desde el año 1955[1] y son:
Al Noreste
Al Sureste la rectificación del Río Matanza, que la separa del partido de Lomas de Zamora.
Al Suroeste
y al Noroeste la calle Agrelo que la separa de la localidad de Tablada.
Más allá de éstos, existen antecedentes históricos que nos sirven de fundamento para establecer un ejido histórico de nuestra localidad:
Legalmente podemos mencionar como antecedente el plano catastral confeccionado por el Ingeniero Numa Tapia, en el año 1939, aprobado por la ordenanza municipal número 542 del 1 de junio de 1939, en el cual el cambio de nomenclatura de las calles y su numeración, hace que las mismas comiencen en
Esta numeración respetaría el perímetro total de tierras heredadas por el matrimonio Ramos Mejia Madero, que comprendía justamente, el perímetro delimitado por las actuales Av. General Paz, río de
Pero recién en el año
En el año 1984, por resolución numero 084/84 el Honorable Consejo Deliberante de
Problemas de límite con Tapiales:
Es muy común la puja por el límite con el vecino pueblo de Tapiales. Según algunos vecinos, el limite entre el pueblo de Tapiales y Ciudad Madero seria la actual Av. San Martín. Este dictamen es totalmente incorrecto.
Históricamente, según mensuras de catastro de la provincia de Buenos Aires, la línea que dividía los terrenos de Isaías de Elia (Tapiales) y Francisco Bernabé Madero (Ciudad Madero) es la misma que sigue la hoy Av. Boulogne Sur Mer (ex Los Tapiales, ex Av. San Martín).
Legalmente, según decreto numero 140 de 1955 (ordenanza 1752), el limite que divide Tapiales de Ciudad Madero es la actual Av. Boulogne Sur Mer. Y por ley provincial 8668/76 aprueba la declaración de Ciudad a Villa Madero, con los límites mencionados.
Parte de la confusión nace por el motivo de que la actual Av. Boulogne Sur Mer, se llamaba anteriormente Av. Gral. San Martín (con este nombre figura en el decreto). Posteriormente, se nombró a la calle Lincoln como Av. San Martín (la actual), pero en este acto solo se cambio el nombre de la calle y no el limite.
Los problemas limítrofes con Villa Celina
A comienzos de la década de 1980 un grupo de entidades intermedias de Villa Celina, presenta un proyecto ante las autoridades municipales y provinciales, mediante los expedientes número 104/84 y 879/83, con el fin de que se declare con la categoría de Ciudad a dicho barrio.
El presidente de
“Ahora bien, vista la presentación que hace
Pero en este caso la reducción de la superficie de Ciudad Madero, para otorgarle al Barrio de Villa Celina, los de Gral. Paz, Presidente Urquiza, Las Achiras, Presidente Domingo Faustino Sarmiento y Vicente López y Planes con el fin de “.....un proyecto para otorgarle jerarquía de ciudad a Villa Celina” no tiene sentido, pues esa área ya fue declarada ciudad con la ley
En conclusión tenemos que si el municipio por razones de organización administrativa desea modificar los limites de las jurisdicciones dentro de su partido, esta facultado para realizarlo. Pero si éste en cambio, en este caso, es para que se le otorgue el titulo de Ciudad a Villa Celina o cualquier otro barrio que estuviera dentro de los limites de una ciudad, no puede realizar tal modificación, pues habría dos ciudades dentro de una misma”. (Informe del Departamento de Geodesia paginas 4 y 5 fechado el 28 de octubre de 1986, y firmado por el Departamento de Investigación Histórica y Cartográfica).
Actualmente algunas entidades intermedias del barrio de Villa Celina buscan independizarse de Ciudad Madero, para conformar una localidad nueva.
Los problemas limítrofes con
En el año 1955 se modifica el limite norte de Villa Madero, que hasta ese entonces era Av. Crovara (ex Campana, ex de las Tropillas), por el de la calle Agrelo, seccionándole así a nuestra localidad el barrio de Villa Scasso. Posteriormente se imprime el mapa oficial del partido de
Fueron varias las presentaciones formales que realizaron distintas instituciones para reclamar la restitución de Av. Crovara como limite Norte.
El origen de las tierras
Los primitivos pobladores de estas tierras pertenecían al pueblo Querandí: grupo semi nómada de gran contextura física y muy belicoso.
Con la conquista de América, España comienza a reducir a los indígenas y ocupar las tierras repartiéndolas por orden real entre los españoles más destacados.
En los comienzos este territorio pertenecía al Virreinato del Perú (allí se encontraba el metal precioso deseado por los españoles), por lo que Buenos Aires era un puerto de segunda categoría, que se utilizaba para el contrabando entre otras funciones. Más tarde sería dividido y se crearía el virreinato del Río de
En el año 1615 el Gobernador Capitán General del Río de
En el año 1744 se realiza un censo[3] y la chacra poseía la siguiente población:
Blancos: Antonio Bargas, capataz y mayordomo, 38 años de edad.
Blancas: Ninguna.
Negros y Mulatos: Antonio (70), Juan (40), Gregorio (25), Alonso (70), Martín (72), Pedro (68) y Juan (12).
Negras y Mulatas: Juana (58), Maria (48), Francisca (60) y Rosa (40).
Pardos y Zambos: Ninguno.
Indios: (se halla situada la encomienda en este lugar de indios Mocobis) Isidro Gutiérrez (cacique) (40), Martín (7), Santiago (6 meses), Andrés de Arregui (50), Bartolo Alonso de Arregui (42), Nicolás Almansa (20), Calixto (8), Vicente (6), Felipe (7), Isidro Arregui (35), Antonio Francisco Arregui (32), Alejo de
Indias: Maria Josefa (36), Maria Josefa (40), Rosa Ignacia (30), Petrona (7), Antonia Ponce (30), Isabel (2), Maria Antonia (25), Sin Nombre (6), Sin nombre (6), Micaela (5), Juana Maria (2), Antonia Carabajal (28), Francisca Antonia (2), Juana de Arregui (50), Rosa de Almansa (28), Felipa (22), Maria (7), Josefa (6), Francisca (3), Juana Martín (3), Maria Josefa (1), Bernarda (20), Josefa (6), Josefa Arregui (46), Juana (7), Maria (5), Ignacia (3), Isabel de Arregui (28), Maria de Almansa (18), Ignacia de Almansa (20), Dominga Cáceres (20), Petrona (2), Ana Maria de Arregui (30), Maria Rodríguez (50), Jerónima (6), Micaela (22), Francisca de
Mestizos: Ninguno.
Luego de casi dos siglos de ventas y transferencias, en el año 1776 compra la chacra Martín José de Altolaguirre, quien provenía de una conocida familia colonial, y era un destacado agrónomo, por lo que utilizó la chacra para realizar varios experimentos y estudios sobre agronomía. En aquélla época no existían alambrados, por lo que para aprovechar sus tierras, mandó levantar montículos o tapias de tierra[4] y plantas de cactus. Estas tapias formaban paredes que dividían su tierra en potreros. Esta innovación hizo que se conociera desde entonces a la chacra, como “Los Tapiales de Altolaguirre”[5]
El 25 de octubre de 1808, ante el Escribano Mariano García de Echaburu, Martín José de Altolaguirre, otorga escritura de venta de la chacra a favor de Francisco Ramos Mexía. Contaba la misma con 3600 varas de frente por tres leguas de fondo. La familia Ramos Mejía (como cambiaria el apellido a fines de siglo XIX) tendría en su posesión la chacra mas de cien años.
LA FAMILIA RAMOS MEJIA
El 20 de noviembre del año 1773 nace en Buenos Aires, Francisco Hermógenes Ramos Mexía Ross, quien era hijo de Gregorio Pedro Joseph de Santa Gertrudis Ramos Mexía y de María Cristina Ross, hija de un escocés. A los diez años de edad recibió una beca para estudiar en el Real Colegio Seminario de
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El matrimonio regresa en
Podría decirse que Francisco Ramos Mejía era un místico. Su educación teológica y filosófica lo llevó a crear una especie de religión que tomaba elementos de varias religiones. La obra que realizaba con los indios bien podría describirse como la de un evangelizador[6].
Francisco Hermógenes Ramos Mejía era un ser humano de alma pura, tenía un don carismático y benevolente que le adjudicó un respeto y liderazgo admirable. Trató bien tanto a indios como a blancos. Lo llamaban “el padre de la tierra”. Gracias a él se logró firmar el pacto de Miraflores, que declaraba la paz entre indios pampas y los criollos.
Sus opositores políticos comenzaron a temerle por su gran amistad con el indio. Se lo llego a acusar de que él realizaba bautismos y casamientos en sus chacras. Este hecho no pudo ser comprobado. La iglesia, con el padre Castañeda al frente, lo había marcado como peligroso. Sus adversarios también.
En medio de la cruenta lucha entre Unitarios y Federales, en el año 1829 tras su derrota en Puente Márquez, el General Lavalle se dirige en retirada y acampa en la chacra de los Tapiales. Luego de unos meses de estadía, y un histórico encuentro con Rosas en su estancia en la actual localidad de Virrey del Pino, en junio y agosto de 1829 firma el pacto de Cañuelas y luego el de Barracas, dando lugar así a la elección de Juan Manuel de Rosas como gobernador de Buenos Aires.
Francisco Hermógenes Ramos Mexía falleció en el año 1828 en su estancia Los Tapiales. El mismo día de su muerte, su familia inició los tramites para poder sepultarlo en el parque de la chacra de Los Tapiales. Pasaron dos días esperando el consentimiento para la inhumación. El cuerpo de Francisco Ramos Mejía continuaba en una de las salas de la chacra. Al tercer día, entraron a la sala ocho indios, tomaron el féretro con el cuerpo de Don Francisco y lo depositaron sobre una carreta. Fuera de la casona, los esperaban varios indios que formando un cortejo, siguieron a la carreta, la cual, cruzo el Río Matanzas, y se perdió en el desierto. Nunca se supo el lugar exacto en el que fue enterrado Don Francisco. Ese secreto murió con los indios[7].
Su esposa, se casa con su cuñado, el Sr. Idelfonso Ramos Mexía, previo acuerdo de separación de bienes.
Fallecida Maria Antonia Segurola, el día 13 de agosto de 1860, ante el juez de primera instancia Dr. Alejo B. González, se presentaron los herederos de la misma que eran sus hijos: Matías, Ezequiel, Magdalena y Marta Ramos Mejía, solicitando se aprobara el convenio celebrado entre ellos a efecto de dividir la chacra de Matanzas, que constituye uno de los bienes pertenecientes a dicha testamentaria, en cuatro lotes de igual valor[8].
El terreno comprendido entre el Riachuelo de
El 28 de agosto de 1860 el señor Juez Alejo González, ante el actuario J. Castellote, aprueba el convenio celebrado.
La fracción de tierras numero 2
La fracción de tierras número dos, que quedó en manos de Marta Ramos Mejia de Madero, estaba constituida por el perímetro de las actuales calles Av. Crovara, Av. General Paz, Río de
El 13 de octubre de 1860, Marta Ramos Mejía de Madero vende un sector de la fracción 2 (87 Manzanas) al Sr. Tomas Scasso y Juan Ferrero, por lo que se ve reducida su propiedad.
Fallecida Marta Ramos Mejia, heredan en condominio el lote de tierras su esposo, el Sr. Francisco Bernabé Madero y sus hijos mayores y menores. El 2 de julio de 1885, estos solicitan la cesación de dicho condominio, mediante una nueva división. Como los hijos mayores de edad (Elena Madero de Artayeta Castex, y Maria Luisa Madero de Bustillos) ya le habían vendido a su padre su parte, solo restaba dividir las tierras entre éste y los hijos menores, por lo que el 14 de octubre de 1886, Francisco Madero de acuerdo con el tutor de sus hijos menores (el Sr. Francisco Ramos Mejía hijo), pide la división de las 530 cuadras que poseían, de las cuales le quedan 130 cuadras bajo su propiedad y el resto 80 cuadras a cada uno de sus hijos menores (Ernesto, Francisco, Alejandro, Francisca y Carlos Madero).
Cada uno de los hermanos Madero utilizaran su fracción de tierras con distintos fines, y el loteo de las mismas originaran los distintos barrios que componen hoy Ciudad Madero.
[1] Voz quechua, desconocida en España pero ampliamente difundida en Argentina y otros países latinoamericanos, que significa alquería o granja.
[2] Mensura Nro. 60, Dirección de Geodesia y Catastro de
[3] Mario D. Tesler, “Partido de
[4] Tapias: Tierra apisonada en un encofrado que se usa hasta el siglo XIX, técnica de tradición musulmana traída del sur de España. Moreno Carlos, Patrimonio de
[5] Pico, José María, “Los Tapiales”, Revista “Todo es Historia”, Director: Félix Luna, nro. 239, Abril de 1987
[6] Algunos historiadores ven en el trabajo religioso de Francisco H. Ramos Mejia como el primer Adventista en
[7]Revista “Todo es Historia”, Director: Félix Luna, “Los Tapiales”, de José Maria Pico, nro. 239, Abril de 1987
[8] Mensura Nro. 1.